domingo, 7 de marzo de 2010



Dígalo usted
Por: Nívea Rodríguez

Este cuento podría tener varios títulos. Uno de ellos podría ser “Licencia para meter la pata”, o “Bateador emergente”. También podríamos usar “Si…. ¿Y qué?” o “Juzgue usted”. Después de leerme podrás escoger el que más te guste o ponerle uno nuevo. En el día de ayer fui a una oficina a realizar una gestión personal. En el momento que estuve allí, pude leer lo siguiente.

“Estamos aquí para aprender, experimentar y cometer errores. No debemos juzgarnos con dureza; solo hemos de vivir la vida paso a paso, sin preocuparnos por la opinión de los demás, ni medirnos de acuerdo con sus criterios. Debemos perdonarnos y sentir gratitud por las cosas que nos ayudan a progresar. Llegara un día en que nuestros peores tormentos se revelaran como nuestros mejores maestros”.

Luego de leer esto y tomando en consideración el tipo de oficina que era (de cobro) vino este dialogo entre jefe y empleado a mi mente y lo repetí en voz alta.

Empleado -Oiga jefe, estamos aquí para aprender, experimentar y cometer errores. No debemos esforzarnos mucho si de la experiencia se aprende.
Jefe -Si, claro yo me imagino, pero con mis chavos (dinero), ¿No?
Empleado -No se preocupe, si solo debemos vivir la vida paso a paso sin preocuparnos por la opinión de los demás ni medirnos de acuerdo a sus criterios. Así que a mí me importa tres mier… la opinión de los demás. Si como quiera voy a aprender, pues a mi plin.
Jefe -¿Ah si? Yo soy quien te paga y aquí se hace lo que yo diga… ¿Qué tú piensas de eso ahora?
Empleado -Debemos perdonarnos y sentir gratitud por las cosas que ayudan a progresar.
Jefe -¡Ajá! Y si te descuadras, me lo vas a pagar? O vas a pensar que con pedir perdón los gastos se pagan solos. Te perdono una vez pero pagas el descuadre, y la próxima vez…
Empleado -Llegara un día en que nuestros peores tormentos se revelaran como nuestros mejores maestros. Aprenda jefe que no le voy a durar toda la vida.
Jefe -¿De veras? Pues para no perder dinero prefiero seguir siendo tu peor tormento, y es más le enseñaras a otro porque desde este momento estas como que despedido.
Yo leí la nota en voz alta mientras la persona me atendía; una vez termine de leer empleado que me estaba atendiendo levanto la cabeza y me dijo; “la persona que trabaja en esta área se ausento el día de hoy, yo soy un bateador emergente. Yo entendí su entrelineas, ¿y tú?

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